Inauguramos este mes con un especial de lo paranormal, comenzando con una noticia polémica que ocurrió en la comuna de El Bosque, Santiago y que realmente es estremecedora.

Por si no cachan, vean el video de la nota:

Luego conocer la historia de Lissete, una pequeña que estaría poseída por el demonio, nuevamente se abre el debate de que si realmente existe el mal.

Pues bien, de acuerdo con las religiones judeo – cristiana, musulmana, entre otras creencias como el budismo, el hinduismo, incluso de civilizaciones más antiguas como la griega, la romana o la sumeria, todas coinciden en que existe el demonio, o el príncipe de las tinieblas que se le opone a Dios.

Pero fijémonos en la tradición de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Según su catecismo, Satanás no es una fuerza o una mala vibra, es una persona que tiene un gran poder para corromper al hombre. De hecho es un dogma de fe, en la que según las palabras del cardenal Jorge Medina, “todos los católicos deben estar obligados a creer en el diablo, sino es un atentado contra la fe”.

Por lo tanto su existencia no tiene discusión en los que pertenecen a una religión. Para los judíos, cristianos y musulmanes, el diablo no es otro que Lucifer, el más perfecto de todos los ángeles creados por Dios y que se rebeló contra Él por envidia. Según la Biblia, fue expulsado junto con un tercio de los coros angelicales, los que se conocen como los demonios.

Fue la película El Exorcista la popularizó el ritual que data de la antigüedad, el que busca expulsar a los demonios de una presunta persona poseída.

Según lo establecido por el nuevo manual del exorcismo, presentado por el cardenal Jorge Medina en 1999, uno o varios demonios, pueden poseer no sólo a una persona, sino que también a un objeto como a una casa por ejemplo.

El supuesto poseído debe presentar una serie de características como: fuerza que no corresponde a su físico, una voz gutural y ronca, así como también la capacidad de hablar en lenguas no cocidas por la víctima y en algunos casos, la premonición y la habilidad para levitar.

Ante esto se debe hacer una investigación científica bastante rigurosa para descartar cualquier enfermedad psiquiátrica. Una vez con eso, no cualquier sacerdote puede oficiar el exorcismo, ya que debe estar autorizado por el obispo.

El cura debe tener rasgos de una vida llena de fe y espiritualidad ejemplar y sobre todo, tener una fe inquebrantable.

Una vez con eso, el sacerdote debe ponerse la estola morada (significa redención y penitencia), y comenzar el ritual. Los asistentes pueden rezar oraciones como el rosario, mientras el cura ordena mostrando el crucifijo (de San Benito), para que el espíritu maligno salga del cuerpo del poseído. Siempre se le pide a Dios que con su poder libere a la víctima.

Un exorcismo puede durar días, semanas o meses. Todo depende de la fuerza de él o los demonios (María Magdalena tenía siete según la Biblia y fue Jesús el que los expulsó a todos).

Los exorcistas tienen el trabajo más peligroso y aterrador del mundo. Pueden hacer el ritual porque Jesús también lo hizo y les dio el poder a sus seguidores para que lo efectúen, según los Evangelios.

Aunque eso sí, reconocen que es muy poco frecuente que ocurra una posesión. El diablo actúa, según dice el padre de los Andes y exorcista René Benavides, de una forma más tradicional comola tentación o alejando a las personas de Dios a través de maneras más cotidiana.

“Si alguien no quiere ir más a la Iglesia”, puede ser obra del maligno.

Como los ángeles, los demonios no tienen poderes infinitos, ya que fueron creados por Dios, al igual que Satanás (del latín “Shaytan” que quiere decir, el adversario).

La interrogante del por qué Dios permite la actividad demoníaca en la Tierra, es una pregunta que no tiene respuesta. Lo que sí es seguro, es que según dicen los Evangelios, sólo la fe puede salvar a las personas y el Creador siempre actuará para el bien de los hombres.

Hay que estar alerta dicen, porque el diablo es el mentiroso por excelencia y vive asechando a los hombres. Ante esos casos, los sacerdotes recomiendan siempre estar cerca de Dios.

Parece ser que con el continuar de los tiempos siguen floreciendo casos como el de la pequeña Lissete de El Bosque.

No hay que olvidar lo que dijo Juan Pablo II (que de hecho, en 1999 también realizó un exorcismo, en la Plaza de San Pedro): “la mejor mentira del demonio, es convencernos de que no existe”.

Al menos así lo resume un exorcista de la edad media, en la Catedral de Notre Dame de París:

“Si crees en la luz, es por la oscuridad. Si crees en la felicidad es por la infelicidad. Y si crees en Dios, entonces tienes que creer en el diablo”.